A veces parece como si los días de gloria de los elfos ya hubieran quedado en el pasado. Celene no ha experimentado mucho en sus meses de servicio como exploradora, y sus misiones hasta ahora han sido tan fáciles y pacíficas que incluso un niño podría realizarlas.
Aventurarse en los bosques abandonados sonó un poco más emocionante desde el principio. Pero cuanto más profundizas, más sorpresas te ofrece el bosque, y pronto podrías enfrentarte a algo mucho más peligroso que un par de animales asustados.
Algo se está gestando más allá del velo, hay marcas y senderos que estas tierras sólo han visto hace siglos. ¿Qué hará Celene cuando la pura emoción de una posible aventura se convierta en una preocupación real por la seguridad de su pueblo?